¿Quieres mantenerte en forma sin derrochar dinero? Mira esto

Hoy en día llevar una vida saludable ya sea con alimentos bien elegidos, con una dieta balanceada, con actividades que nos ayuden a realizar algo distinto a estar sentado frente a la televisión o computadora, o hacer ejercicio es algo que en muchas sociedades se está intentando tomar como una de las prioridades en la vida diaria. No obstante, es verdad que este estilo de vida, de no saber de distintas opciones, al final del día nos podría quitar más dinero del que pensábamos. Con respecto a esto, existen muchas formas de hacer ejercicio, pero la más común es ir al gimnasio; y para que no te encuentres preguntando como loco por créditos rápidos y fáciles para obtener dinero que quizás te pudiste haber ahorrado en cuanto a tu elección de gimnasio, no puedes dejar de leer este artículo para saber cómo apoyar más a tu billetera al tiempo que apoyas a tu salud, ¡comencemos!

¿El gimnasio es tu única opción?

Claro que veías este consejo venir cuando hablamos de que los gimnasios eran la decisión más común de todo aquel que quisiese mantener una buena figura, sin embargo, existen muchos otros tipos de entrenamientos y deportes que puedes hacer. Por ejemplo, yo personalmente realizo yoga en lugares donde no necesariamente tengo que pagar, mi casa es usualmente el escenario de mis entrenamientos, y mi computadora portátil o celular son mis maestros que gracias a videos en internet, me ofrecen una gran variedad de sesiones y ejercicios.

Claro que no solo el yoga podría ser tu opción, pero hoy en día también es muy común tomar aplicaciones gratuitas o videos en internet como maestros o entrenadores que nos ayuden a mantener nuestro peso ideal, incluso con instrumentos que uno fácilmente puede encontrar en su propio hogar. ¿Por qué no intentarlo?

De gimnasios a gimnasios

Si después de haber probado esos entrenamientos en casa de los que te hablamos aun sigues sin quedar satisfecho, o simplemente no te consideras una persona disciplinada para tomarte un momento al día y realizar tus rutinas de ejercicio en casa sin más motivación que la propia, claro que el gimnasio siempre seguirá siendo una opción, pero siempre ten en cuenta a qué tipo de gimnasio vas.

Afortunadamente vivimos en una época en donde este tipo de establecimientos se ha propagado y han surgido nuevas variantes que te ofrecen diferentes tipos de servicios o diferentes entrenamientos. Posiblemente te encuentres con esos gimnasios con actividades especializadas que destacan éstas sobre otra cosa, pero tienes que tener cuidado con ello, ya que usualmente son los más caros. Intenta ir a gimnasios que no estén de moda, ya que lo común es que éstos cuenten con precios elevados. En cambio, si vas a un gimnasio no tan concurrido, podrías disfrutar mejor de los aparatos y del precio.

Siempre toma en cuenta tus necesidades reales y tu presupuesto. Si en verdad sacas provecho de todo lo que incluye tu pago, es posible que hayas encontrado tu gimnasio perfecto.

Si aun no tienes un gimnasio…

¡Estás de suerte! Porque si estás en busca de un gimnasio, puedes llevarte agradables sorpresas. Busca los gimnasios que más te convengan según tu ubicación. Una vez ubicados, ve uno por uno externando tu deseo de conocer el gimnasio y preguntando si cuentan con alguna oferta para todo aquel que quiera conocer el gimnasio y lo que ofrece. No podemos asegurar que todos los gimnasios cuentan con ofertas o cortesías para clientes potenciales, pero si la mayoría, a quienes les importa que solicites una membresía con ellos. Si el gimnasio cuenta con una oferta que de preferencia sea gratuita, tómala.

Algunos gimnasios ofrecen cierto periodo de tiempo para que pruebes su servicio absolutamente sin costo alguno, aprovecha en todos y cada uno de los gimnasios en los que preguntes este tipo de ofertas y posiblemente tomando todo el tiempo que hiciste esto en cuenta, te encuentres con la sorpresa de haberte ahorrado este gasto en algunos meses. Lo ideal sería, por supuesto, que al final pudieses aprovechar este periodo de prueba y te decidieras por lo menos por uno.

Déjalo para fin de mes

Relacionado al anterior punto, intenta siempre programar tu primera visita a un gimnasio a final de mes, ya que es más probable que cuenten con ofertas y descuentos que ofrezcan a todo aquel que quiera conocer el gimnasio. Esto se debe a que un gimnasio usualmente tiene que llegar a un número meta de clientes y nuevos clientes cada mes, por lo que, si vas a final del mes, las ofertas pueden estar vigentes para iniciar el siguiente mes. Así que, programar tu primera visita a un gimnasio a final de mes podría ser benéfico para tu bolsillo.

¿De verdad necesitas una membresía?

Este ejercicio lo deberías de realizar antes de firmar cualquier contrato o adquirir cualquier membresía o paquete con algún gimnasio. Siempre verifica qué tan seguido estás dispuesto a ir o puedes ir realmente a entrenar, ya que muchas personas creen ahorrarse en un gimnasio al pagar una membresía mensual, pero la realidad es que si no van cada cierto tiempo por un cierto periodo de tiempo al gimnasio, muy rara vez este pago será aprovechado completamente. Y la noticia es que muy posiblemente te vaya mejor con pagos por sesión, en los cuales tú tendrías el control de lo que gastas en total y del tiempo con el que cuentas. No gastes en vano.

Negocia el precio

Quizás esta idea no funcione en su totalidad, pero por lo menos lo puedes intentar hacer. Un gimnasio gasta de cualquier forma al tener sus instalaciones disponibles para todo aquel que desee utilizarlas dentro del horario de servicio, pero también existen las horas muertas en las que no muchas personas entrenan. Podrías negociar un precio más bajo con la condición de entrenar durante estas horas muertas, así ellos ganan un nuevo cliente y aprovechan sus gastos fijos, y tú ahorras más dinero.