Ahorrar es muy diferente en la adultez que cuando éramos niños y solo juntábamos los billetes de nuestro almuerzo para tenerlos disponibles el fin de semana y gastarlos a nuestro antojo. La cosa cambia bastante cuando debemos conseguir un balance sano entre la cantidad de dinero que recibimos mensualmente, nuestros gastos fijos, espacios de esparcimiento y también la cantidad de dinero que logramos reunir.

Apenas empezamos a trabajar y durante los siguientes 10 o 15 años, ahorrar dinero es sumamente importante, aunque la verdad no resulta para nada sencillo. En la mayoría de los casos se junta el éxtasis de los jóvenes que están recibiendo sus primeros sueldos con la euforia de hacer y comprar cuanta cosa nueva está a su alcance, eso deja un espacio muy pequeño para salvar algo de ese dinero al final del mes.

La verdad es que si todos los jóvenes supieran lo importante del ahorro antes de los 30 años, lo harían con muchísima más seriedad, por eso queremos dedicar este articulo corto, donde daremos algunos tips muy fáciles de cumplir para que las personas jóvenes logren el objetivo de ahorrar al menos un pequeño porcentaje de sus ingresos mensuales, y con ello, lograr el cumplimiento de objetivos importantes como comprar un auto, comprar un apartamento propio o disfrutar de unas buenas vacaciones.

Recuerda que los mejores negocios y las mejores oportunidades solo son posibles cuando estamos preparados para ello y claro, cuando tenemos el capital disponible… así que ¡ahorra más!

Practicas útiles para ayudarnos a ahorrar:

Haz un presupuesto:

En primer lugar, para saber cuánto puedes o cuanto debes ahorrar mensualmente, debes saber exactamente cuánto dinero gastas y para eso es necesario hacer un presupuesto. La idea es que plasmes en papel un conteo con la cantidad de gastos fijos mensuales que esperas tener (estudios, transporte, alquiler, ropa, entretenimiento, etc) y luego compararla contra la cantidad de ingresos esperados.

Hacer el presupuesto te va a permitir dos cosas: la primera es tener una idea mucho mas clara de los espacios en los que puedes realizar algunos recortes sin que eso afecte tu vida, por ejemplo puedes darte cuenta de que estas gastando mucho dinero en farra los fines de semana o tal vez no es necesario comer tanto en la calle. El segundo aspecto importante, es que el presupuesto es la única forma de saber exactamente cuanto ganas y cuanto debes gastar al mes, de esta manera, más adelante podrás crear un plan de finanzas personales mucho más realista.

Pon el dinero fuera de tu alcance:

Si lo pruebas, inmediatamente te vas a dar cuenta de que es un gran truco. Es mucho mas facil gastar dinero en cosas innecesarias si lo tenemos siempre a la mano. Si vas caminando por la calle y ves un par de zapatos que te gusten a buen precio, seguramente tendrás el impulso de comprarlos pero si no tienes como acceder a tus fondos de reserva fácilmente, entonces seguramente vas a dejar pasar la oportunidad de gastar.

En relación a este punto, un gran consejo es abrir una cuenta de ahorros programados y no pedir tarjeta de débito, de esta forma puedes depositar todos los meses el monto que desees pero no será tan fácil acceder al dinero a menos que lo hayas planificado.

Evita las tarjetas de crédito:

Todos sabemos que las tarjetas de crédito y los créditos de consumo inmediato pueden ser grandes aliados, de eso no hay duda pero si tu intensión es ahorrar dinero, entonces se convierten en enemigos. Tener una tarjeta de crédito en el bolsillo es la excusa perfecta para gastar dinero que no deberías gastar con la excusa de “eso se paga en cuotas”, pero lo cierto es que algún día deberás pagar por eso que compraste a crédito y las cuotas mensuales suben como la espuma. No te decimos que no las tengas o que rechaces la oferta del banco de darte una tarjeta de crédito, pero puedes siempre usar el truco de dejarlas escondidas en casa en lugar de llevarlas contigo siempre.

Plantéate metas de ahorro:

El secreto del ahorro es la organización. La mejor forma de ahorrar con éxito es crear un plan que contemple la suma de dinero que quieres ahorrar semanal, mensual o anualmente y compararla con lo que quieres conseguir ahorrando. De esta manera podrás saber en cuanto tiempo reunirás la inicial de un apartamento o cuando podrás estrenar nuevo auto.

Se realista con tus metas:

Una de las principales causas por la que los jóvenes claudican en sus planes de ahorro es porque se desesperan y empiezan a ver sus metas muy lejanas, esto es normal y el secreto para evitarlo es ser realista con respecto a lo que se quiere y lo que se puede según la realidad financiera. Por ejemplo, si quieres un nuevo carro pero tu sueldo no es muy bueno, debes aceptar que te va a tomar un poco más de tiempo lograr reunir el dinero. No desesperes, planifica.

Lleva registro de tus gastos:

hemos hablado mucho de la organización en el tema del ahorro, por eso también puede ser muy útil que lleves un control estricto de todo el dinero que desembolsas, señalando motivo de la compra, cantidad, forma de pago y fecha. Llevar un control bien estricto te va a ayudar a concentrarte y evitar los gastos innecesarios.

Motívate a diario:

Ahorrar puede ser un proceso largo y cansado, en especial porque es posible que te tengas que privar de algunas cosas que te gustan o ya no estés tan holgado económicamente como antes y eso a la larga te puede causar desanimo. Acuérdate siempre de que hay un motivo por el que estás haciendo lo que haces y que el resultado del esfuerzo y el sacrificio puede significar un gran logro en tu vida. Un buena idea para no perder la motivación es llenar tus espacios con señales que siempre te recuerden el por qué haces lo que haces. Pon una foto de lo que tanto quieres en el fondo de tu pantalla, detrás de tu puerta, en la nevera o donde siempre lo tengas presente y verás como funciona.