Cómo el Lenguaje Corporal puede hacerte Exitoso en tus Negocios

Los altos y bajos de la vida pueden estar representados en nuestras oportunidades laborales. Las que han sido malas experiencias en el trabajo, probablemente se olviden de forma veloz, pero ese nivel alto de éxito lo obtenemos cuando dominamos los campos en los que trabajamos y, difícilmente, lo olvidaremos. ¿Cómo definimos ese concepto de “dominio”? Es algo tan conciso como: saber mantenerse.

El poder es una instancia que muchas personas pueden vivir, incluso, tienes más probabilidades de ser presidente de Estados Unidos que ganar la lotería…Interesante ¿eh? Entonces, la pregunta da un giro y se convierte en: ¿Cómo hacer para mantener el poder y aprovecharlo al máximo en nuestra vida de negocios? De todos los consejos que puedes encontrar en los libros de crecimiento empresarial o autoayuda, hoy, en este artículo, descubrirás cómo el lenguaje corporal te puede hacer alcanzar grandes triunfos a nivel económico y, lo mejor, cómo afianzar ese éxito.

Actualmente es posible ganar dinero sin información de créditos, con préstamos y otros procesos bancarios, pero a veces, esos son riesgos que no queremos tomar, por ese motivo, este artículo te dará otro argumento para escalar en tu vida profesional.

Sobre el Lenguaje Corporal

Los expertos en el tema aseguran que lo que decimos no es 100 % las palabras que salen de nuestra boca, de hecho, el 60 % lo decimos con nuestro lenguaje corporal: los movimientos, los gestos y las expresiones de nuestro rostro; el 30 % lo posee el tono de voz, si muy alto, medio o bajo; y el 10 % lo decimos con las palabras ¡Vaya situación! Imagina ahora que, en una reunión de negocios, estos detalles nos pasen desapercibidos, de seguro que las personas que nos oigan no entenderán completamente el mensaje, y si eso ocurre, comenzamos a perder credibilidad.

No importa el cargo, siempre hay que ser autoridad

Cuando queremos ser la figura de autoridad, no precisamente nos referimos a una falta de respeto o a mirar a nuestros compañeros por encima del hombro, ¡Todo lo contrario! Una vez que entendemos que nuestra autoridad depende de la empatía, vamos por el buen camino. Pero claro, la figura de autoridad no es fácil de ejercerse si no conocemos cuáles son sus características.

Mentón en alto:

Fijar nuestro mentón en alto, en especial cuando estamos en una junta con superiores, nos pone en contexto de “tú a tú”, algo que es imprescindible para entablar una relación de seguridad y confianza entre el jefe y nosotros. A esta característica debe acompañarle la buena dicción y claridad en nuestras palabras; que no se deje ver que hay un cargo que los separa, sino que todos somos los mismos trabajadores. Esta actitud de dominio puede ser la diferencia a la hora de un ascenso. La posición de los hombros; sin muchos movimientos bruscos, sino más bien, un tanto inclinados hacia abajo, construyen esa sensación para el oyente de que “sé de lo que te hablo y tengo el poder para decirlo”.

Contacto físico específico:

Cuando llegamos a una junta de trabajo, a una reunión diaria o simplemente a nuestros sitios de empleo en las mañanas, el saludo es una parte fundamental, pero que deber ser muy bien manejada. Al momento de saludar a nuestro jefe o supervisor, siempre debemos tomar la iniciativa de estrechar la mano y con la palma hacia abajo; algo que, según los especialistas del lenguaje no verbal, define jerarquía, pero no por ello debemos exagerar en el contacto.

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, además de ser un símbolo del poder, es un maestro de este tipo de técnicas, aunque suele abusar de ellas. Tiende a apretar la mano en señal de que “aquí soy yo el que lleva el control”, y eso no suele ser de mucho agrado, por ello, el saludo debe ser más sutil, no para transmitir delicadeza, sino para infundir el respeto entre ambas personas, algo que un buen jefe siempre debe notar en sus trabajadores.

Movimiento con las manos:

Una de las premisas de este lenguaje es que cada palabra o frase debe estar acompañada de un movimiento de manos, lo cual parece imposible, pero es cierto. Si queremos hacer una conferencia en la que hay personas que pueden ser de ayuda para nuestros negocios, la única herramienta que debe sernos útil es, además de un buen discurso, un lenguaje no verbal adecuado, y para ello, las manos hacen un papel genial.

Siguiendo con los ejemplos de los políticos, hablar al público mientras mostramos nuestras manos hacia el frente, recrea una situación de sinceridad, algo que todos necesitamos para escalar posiciones. Las manos abiertas, acompañadas de la expresión facial adecuada, dicen “no tengo nada que ocultar”, y para lograr la persuasión precisa, las personas que nos oyen o que deseamos que nos apoyen deben saber que nuestras intenciones siempre son las más sinceras.

Manejar la Autoridad:

La autoridad, como lo explicamos al comienzo, no solo significa contar con un puesto dentro de una empresa, sino en cómo podemos hacer que nuestra posición vaya en ascenso y, cuando alcance su punto más alto, se mantenga. Desde mirar a los ojos cuando nos preguntan hasta manejar adecuadamente cada facción de nuestra boca y cara al hablar: cada una de ellas son microseñales que nos posicionan como expertos en cualquier lugar donde nos encontremos, lo cual es asombroso, ya que estos consejos nos harán tener mayor seguridad en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida en los que tenemos contacto social.

La idea correcta ahora es seguir estudiando todo acerca de la expresión y el lenguaje corporal. Volviendo al tema del “mentón en alto”, es menester saber que esa técnica o estilo de negocios y vida laboral en el que las nóminas en las empresas se ven todos a un mismo nivel, han podido consolidar a naciones completas en una posición económica poderosa, siendo Israel el caso más fidedigno de ello, así que, si creías que el éxito solo dependía de cómo manejabas el dinero de tu herencia o de la suerte que tuviste en algún momento, ahora, con estos consejos sobre la actitud y el comportamiento en los negocios, cualquier escalafón está a un paso de distancia.