Logros Financieros para Sentirnos Orgullosos

Lograr estabilidad y tranquilidad financiera no es nada fácil, ¿quién no sabe eso? Es normal sentirse agobiado, preocupado e inquieto cuando hay deudas que pagar, cuando hay que comprar alimentos y productos esenciales para el hogar, pagar la educación de los hijos y más. Si te has planteado objetivos a corto, mediano o largo plazo y pareciera que no vas bien encaminado o demasiado lento, no te decepciones ahora mismo, ni te detengas. Tal vez sólo se trate de perspectiva. A veces, solo se trata de observar y enfocarse en cuánto has recorrido ya y no en cuánto falta por alcanzar la meta. Aplica a la perfección el viejo refrán de cómo ves el vaso. ¿Medio vacío, o medio lleno?

De alguna u otra manera, todos quienes se hayan fijado un objetivo y puesto empeño en alcanzarlo, de seguro que, aunque no haya sido completado (todavía), habrá logrado algunos cambios y mejorías. Es inevitable. Por más que no sean observables a simple vista, ya están ahí y puedes detenerte para contemplarlos. Otros sí están a simple vista, pero lo ignoramos y no lo consideramos como un logro por el cual sentirnos orgullosos.

1. Vida moderada

No existe una acción más trascendental para conquistar el éxito financiero que vivir frugalmente. Es indispensable para todo, la piedra angular y lo que va a dictaminar si habrá o no éxito. Por lo tanto, si estás trabajando en esto, entonces es un logro importantísimo del cual estar sumamente orgulloso. Es el primer paso, es tomar la vía correcta, es el camino al triunfo y a la consolidación financiera.

Llevar una vida con ciertas restricciones en los gastos, de frugalidad, involucra unas cuantas cosas, desde cambiar un poco los hábitos alimenticios: aumentar el consumo de granos y reducir las carnes, por ejemplo, hasta optar por equipos y aparatos de segunda mano en buen estado para ahorrarnos varias decenas, o hasta cientos de euros. Si ya estás trabajando en ello, en inclinarte por la opción más económica, por mantenerte en lo necesario y no en los lujos, entonces es algo por lo que hay que sentirse orgulloso. Vas por el camino más directo hacia tus metas.

2. Conseguir un aumento salarial

Un aumento salarial en ningún caso puede considerarse cuestión de suerte. Trabajas duro o trabajas duro. Algo diferente a esta opción no conducirá a un aumento de tu salario. Indiferentemente si te lo otorgan o tienes la valentía de pedirlo, el resultado dependerá de cuán duro trabajas, si lo mereces o no. Lograr esta “hazaña” es, sin lugar a duda, un gran motivo por el que sentirnos orgullosos, es una recompensa al esfuerzo y al desempeño. ¿Cómo no estar orgullosos?

Pero mucho ojo, que este no es el fin de la partida, anotaste un gol en el final del primer tiempo y quedan 45 minutos después del descaso. ¿Cómo puedo conservar la ventaja y aumentar el resultado? Primero que todo, hay que mantenerse a raya con los gastos, es decir, imaginar que ese aumento nunca llegó, que el partido sigue 0 a 0 y hay que buscar el gol del triunfo sí o sí.

Una buena idea para disfrutar apropiadamente de este aumento, porque de verdad te lo mereces, es apartar mensualmente una pequeña parte del ingreso adicional para que al cabo de un año te premies con un buen regalo. La satisfacción es tremenda, yo que te lo digo.

3. Pagar una deuda

Probablemente, pagar todas nuestras deudas sea un grandísimo objetivo ahora mismo, especialmente si se trata de un préstamo estudiantil, un vehículo o la tarjeta de crédito. Pero resulta muy frustrante sentirse presionado y cansado de todas estas deudas hasta pagar el último centavo de cada una. Y no debe ser así. De hecho, no es necesario esperar hasta pagar la última deuda para poder celebrar. Más bien, ser capaz de salir de una sola tarjeta, o de aquellos créditos rápidos desde internet que solicitaste algún tiempo atrás, vale la pena celebrarlo porque es un gran logro. Estos pequeños pasos son objetivos a corto plazo que te motivan enormemente a continuar a pagar el resto de las deudas. De seguro que ahora quieres pagar más rápidamente y apartar más dinero en tu cuenta con este propósito.

Por otro lado, si estás sintiendo como que no vas a ningún lado, es bueno que cambies la perspectiva, el enfoque o el método para empezar a ver resultados positivos y alentadores. Un buen paso sería prohibirse pagar la cuota mínima mensual de la tarjeta para abonar una cantidad más grande. Mucho más eficiente aún es evitar por completo el uso de la tarjeta para no endeudarnos más y convertir el proceso en un ciclo interminable.

4. Aumentar el límite de la tarjeta de crédito

Las tarjetas de créditos son excelentes oportunidades que se nos presentan para superarnos de diferentes maneras y sentirnos orgullosos. Primero, como lo vimos en el punto anterior, sirven para disciplinarnos, a ser responsables con los pagos, a buscar una solución a un problema, entre otros. Sin embargo, ese solo es el lado duro, porque también se convierten en motivo de felicidad y orgullo cuando nos sobreponemos a estas dificultades y somos recompensados con un aumento del crédito. Por supuesto que es una linda hazaña, y más todavía cuando venimos de una circunstancia adversa, llámese bancarrota, bajo puntaje, entre otros. No es un logro tan fácil que digamos, en realidad, toma su tiempo, dedicación y trabajo incrementar el límite para limpiar el historial negativo que nos lastraba.

Una vez ha sido limpiada nuestra imagen y nos colocamos en una situación más cómoda, es posible comenzar a trabajar en otros sectores de las finanzas personales. También vale refinanciar la hipoteca o el préstamo para el vehículo a uno con una taza de interés más baja, tarjetas con límites superiores y con mejores recompensas, optar por comprar una mejor vivienda, una propia en la que ya no estés “condenado” a pagar alquileres, entre otros.

Para quienes ponen empeño en salir adelante, con inteligencia y determinación, el éxito es indetenible y las pequeñas metas van cayendo una a una hasta conseguir el premio mayor.