No es un secreto que todos nos hemos imaginado algún día ser millonarios y no tener que preocuparnos todos los días por el dinero o las deudas. Lo que las personas desconocen es que los hombres más ricos del planeta no son herederos de grandes conglomerados o descendientes de la realeza. Algunos como Carlos Slim o Warren Buffet empezaron desde abajo. Con perseverancia, trabajo duro, austeridad, ambición y creatividad hicieron prósperas sus pequeñas ideas de negocios. Aunque los caminos que escogieron fueron distintos, la mayoría está de acuerdo que la verdadera riqueza no está para gastarla en coches deportivos, ropas de marca, mansiones lujosas y otras excentricidades. El verdadero secreto es saber invertir tu dinero.

De los verdaderos ricos debemos aprender sobre las prioridades y el dinero: donde dejarlo, invertirlo y más importante cómo no gastarlo. A continuación, te presentaremos cómo ahorrando e invirtiendo tu dinero podrás tener la vida que deseas:

Deshacerse de las deudas

A utopía suena el hecho de vivir como reyes sin deudas. Lo cierto es que vivir sin deudas es posible. Debido a la influencia al modelo capitalista de la economía actual, los trabajadores y asalariados están acostumbrados a ver la deuda como un mal necesario, especialmente para gastos que parecen “necesarios”. Es normal recurrir a créditos y préstamos de inmediato para obtener financiamiento como la educación superior o la compra de inmuebles. No obstante, en ocasiones nos dejamos llevar por el consumismo y adquirimos deudas para comprar lujos.

Sin importar su procedencia, pagar las deudas debe ser la prioridad número uno. No obstante, las personas recurren a estrategias abrumadoras para lograr esto cómo dividir la deuda en grandes cuotas para evitar pagar por más tiempo. Si bien es cierto que las tasas de interés están elevadas, debes de analizar primero si te conviene más diferir tus créditos a más cuotas y ahorrar una parte de ese dinero destinado para ello en caso de imprevistos, emergencias y particularmente futuras deudas.

Vivir en austeridad

Este es un punto en que todos los verdaderos millonarios concuerdan. En época de vacas gordas, lo mejor no es gastar en lujos y pagar por una marca sino ahorrar. La clave para ahorrar en grande es comenzar con poco, empezando por no comprar café todas las mañanas y hacerlo en casa.

Como dice el dicho: los pequeños cambios te permitirán hacer cambios más grandes. A continuación pequeñas cosas que puedes hacer que te permitirán ahorrar mucho dinero a largo plazo:

• Ir al trabajo en bicicleta o transporte público.
• Ahorrar agua y energía utilizando electrodomésticos eficientes y ecológicos.
• Compara precios y busca ofertas en el supermercado.

No gastar dinero en cosas que no le devuelvan la inversión

Este es un caso común cuando se trata de comprar automóviles. Aunque los coches son una necesidad para el desplazamiento –a diferencia de un bien inmueble– lo cierto es que al salir del concesionario ese día estás perdiendo 30% de lo que has gastado en su compra. Esto se debe a que los automóviles son uno de los bienes que más se devalúa. Por el contrario, comprar una casa o apartamento puede generar dividendo si se alquila.

Utilizar la estrategia 50 – 30 – 20

Muchas personas gastan dinero, pagan las cuentas y por último reservan lo que ha sobrado como ahorro. Esta es una de las trampas financieras más comunes. No debes esperar a que tus finanzas personales mejoren para ahorrar. La realidad es que cuanto más se gana, más se gasta. Si de verdad quieres ahorrar primero se debe cambiar el orden de gastos.

La fórmula para ahorrar dinero de Kyle Taylor de The Penny Hoarder, quien en pocos años pasó de ser pobre a ser millonario se llama la regla del “50-30-20%”. Él recomienda que el 50% del dinero ganado vaya directo al banco a una cuenta corriente, de ahorros o a un fondo de emergencias. El siguiente 30% debe destinarse a los gastos cotidianos como facturas, alimentación y transporte; y finalmente, el 20% restante en entretenimiento como viajes, salida y fiestas con amigos. Recuerda que tanto las inversiones y gastos deben ser en ti mismos y no en la posesión de algo material. La disciplina al recordar este principio es lo más importante.

No utilizar su casa como fuente de financiamiento

Muchas personas cometen el error de refinanciar y aprovechar el capital de su casa una y otra vez para pagar deudas o tomarse unas vacaciones. Las hipotecas son un tipo de deuda muy riesgoso porque tu casa deja de ser un activo para convertirse en un pasivo. Siempre está latente el riesgo de no tener suficiente dinero para pagar las cuotas y perder la casa.

Dar prioridad al ahorro para el retiro

Un error frecuente entre las personas de entre 20 y 30 años, es pensar en la jubilación como una inversión lejana. Con la inestabilidad del mercado laboral, ahorrar para el retiro debe ser una prioridad. Cuanto más tarde se deja de ahorrar dinero para la jubilación, mayor es la cantidad que debe reunirse en poco tiempo.

Invertir en tu educación

Para tener mayores ingresos existen dos caminos: ser empleado o empresario. Si has escogido la primera opción sabrás que la educación es lo más importante. Los altos cargos siempre son ocupados por personas con conocimiento especializado y valioso para la empresa. Por ello, obtener título de posgrado o de entrenamiento técnico es una inversión que aunque costosa, es la alternativa más rápida para obtener un mejor