Desde hace unos años se viene celebrando en México cada año la Semana de la Educación Financiera. Esta es una iniciativa social reúne esfuerzos de parte de las instituciones del sector público y privado con el fin de promover los conocimientos necesarios para que las familias gestionen su patrimonio de la mejor manera, reconociendo las herramientas financieras disponibles para poner a trabajar su dinero y administrar mejor sus ingresos y gastos.

Y es que conocer conceptos tan sencillos como Gasto, Ahorro, Ingreso o Interés no siempre ha estado al alcance de todos los núcleos familiares. Por eso, a pesar de esta importantísima iniciativa que se da lugar cada año en diversas localidades del territorio mexicano, e incluso en sus consulados en el exterior, es importante que se introduzca poco a poco a los niños y jóvenes en las nociones básicas de la gestión financiera. De esta manera garantizaremos que sean adultos responsables en materia de dinero, gastos, economía familiar e inversión.

Dejamos a continuación algunos consejos para que empieces cuanto antes a transmitir conocimientos a tus niños y jóvenes, y también repases o afines tus conceptos:

• En casa no se malgasta energía: la educación financiera incluye el ahorro y la economía y estos a su vez incluyen el uso razonado de las energías que necesitamos para vivir. Inculcarles hábitos para no malgastar la electricidad y el agua son buenas ideas para iniciarse en este camino.
• Cuando tenga edad suficiente empieza a asignarle su “domingo”, esa paga semanal o mensual que le permita iniciarse en el camino de los gastos propios y el ahorro.
• Oriéntalo en la toma de decisiones: probablemente tu hijo te sugiera que le compres el último video juego o un celular nuevo, en vez de complacerlo totalmente sugiérele pagar una parte del artículo deseado y la otra parte puede financiarla con sus ahorros de “domingo”.
• Involúcralos en las decisiones familiares: colaborar en la elaboración del presupuesto familiar, o pedirles ayuda con una lista de la compra, son buenas situaciones para involucrarlos en las decisiones sobre gastos comunes.
• Si adquieres productos a crédito, informa a los jóvenes sobre ello. Mostrarles cómo funciona una línea de crédito, o un préstamo en línea puede resultar muy valioso si más adelante, como adultos, lo llegasen a necesitar. Hacerles conscientes de las deudas que se adquieren también les otorga responsabilidad y confianza.
• Apóyate en la tecnología: existen muchas App y juegos de computadora para iniciar a los más pequeños en el mundo del dinero. Date una vuelta por internet y de seguro encontrarás material para elegir. Igualmente, para los más chiquitos, leerles cuentos sobre el ahorro y la planificación de metas puede tener muy buenos resultados. Muchas instituciones públicas y privadas disponen de publicaciones gratuitas para este tipo de acciones en casa.

Y lo más importante: recuerda que tú eres su espejo. Todas las decisiones que tomes en relación al dinero y los recursos de la familia son absorbidas por los niños y jóvenes del entorno. Procura hacer un auto análisis de tus actitudes ante el gasto, la inversión y la planificación del dinero para asegurarte de que les proporcionas el mejor ejemplo.