El mundo de las finanzas se mueve a velocidades que, algunas veces, resulta difícil aprehender. El dinero no puede verse como una ganancia absoluta que debe guardarse. Éste debe invertirse, moverse, multiplicarse. De esa manera, las ganancias se expanden y se generan dividendos estables.

Muchas personas optan por solicitar créditos y préstamos bancarios para poder hacer inversiones de peso en plazos de tiempo relativamente cortos. Sin embargo, sea que los trámites que exige el banco son muy complejos o que los antecedentes financieros de un cliente no favorecen un perfil crediticio, los bancos no siempre acceden a prestar dinero tan fácilmente. Es por eso que, ante tales escenarios, se deben buscar alternativas que respondan a necesidades económicas. En este artículo se discutirá cómo es posible adquirir un crédito por otros medios ajenos a los entes bancarios.

Prestamistas individuales

Muchas personas no lo saben o no prefieren este sistema. Los bancos no son los únicos entes oficiales que ofrecen planes de financiamiento en efectivo. Muchos otros entes, como el caso de prestamistas particulares, son capaces de ofrecer dinero en poco tiempo. Estos prestamistas cumplen, esencialmente, la misma función que un banco. Un cliente accede a sus servicios y en un plazo de tiempo, se genera un préstamo de cierto capital.

Por supuesto, los prestamistas privados respetan ciertas políticas que discrepan con los acuerdos internos de un banco. Tienen, sin lugar a dudas, ventajas y desventajas. Examinemos en detalle de qué va esto último:

Entre las ventajas que podemos encontrar se refleja uno de los puntos fuertes más evidentes si de préstamos urgentes en efectivo se refiere. Los prestamistas privados, en su mayoría, no piden muchos papeles para otorgar un préstamo. Precisamente, producto de las complicaciones de orden burocrático que impone un banco en materia financiera, los prestamistas generan una alternativa. Ellos procuran comodidad y comunicación personalizada a sus clientes. Igualmente, mientras que un banco puede tardar varias semanas en aprobar y otorgar un crédito, un prestamista no invierte más que algunos días en emitir un monto de dinero.

Las ventajas que se mencionaron previamente son un atractivo para muchas personas. A pesar de eso, también trae algunas consecuencias negativas. Estos préstamos, en la mayoría de los casos, no se tratan de un capital muy elevado. Mientras que un banco aprueba una cantidad de dinero para comprar propiedades y adquisiciones de hipotecas, los prestamistas, al tratarse de personas naturales o jurídicas que otorgan dinero de su bolsillo, no son capaces de emitir montos elevados. Del mismo modo, las cuotas de pago suelen ser menores que las ofrecidas por un banco y con intereses mucho más elevados. Esto puede afectar exponencialmente la inversión de cualquier empresario.

Casas de empeño

De seguro a nadie le gusta empeñar una propiedad o algún objeto de valor. La base teórica del empeño de propiedades es que un cliente ofrece a un inversionista un objeto que pueda ser vendido en algún sector, se le asigna un valor inferior al que ofrece el mercado y se le otorga una cifra de dinero al propietario.

Dicho propietario se encuentra en la posición de vender el producto o empeñarlo. Al empeñarlo cuenta con la opción de pagar el préstamo del dinero con intereses en un plazo de tiempo –éste varía según las condiciones que imponga el vendedor–. Básicamente, se trata, de una u otra manera, de un préstamo; sin embargo, a diferencia de un préstamo privado, estos no necesitan de documentación más allá de la identidad del propietario y, asimismo, la autenticación de propiedad del objeto a empeñar.

En este tipo de negocios, igualmente, pueden venderse otro tipo de objetos como oro y joyas, que tienen un valor predeterminado de venta en el mercado y al cliente le es asignado un monto de dinero específico. Si de conseguir dinero de forma inmediata se trata, esta es una de las soluciones que se ha practicado en la historia por muchos años.

Préstamos en línea

Los tiempos cambian y así el mercado internacional. Ya no es del todo necesario disponer del dinero adquirido en una caja fuerte o bajo el cuidado de un banco. Los medios digitales se han encargado de reformular la manera como se puede obtener y administrar el dinero de manera sencilla y en cualquier lugar del mundo. Solo hay que hacer clic en una página web y tu dinero puede viajar miles de kilómetros alrededor del mundo. Muchos inversionistas conocen los beneficios de estos sistemas y han apostado en la inversión de capital en esta plataforma.

Muchas empresas y jóvenes empresarios han preferido invertir su dinero en un nuevo sistema de préstamo de dinero vía internet. El trámite es muy sencillo y consta de muy pocos pasos.

Muchas páginas web se encargan exclusivamente de préstamo de dinero a pequeños inversores. Con simplemente ingresar algunos datos personales, cumplir con las normas de uso y condiciones que exige la empresa al momento de la devolución del dinero, se emite un préstamo en tan solo minutos. Una alternativa muy versátil.

Estos préstamos, es importante resaltar, se tratan de capitales de dinero muy bajos que tienen como objetivo una inversión específica que no cuentan con más de algunas semanas para concretar la devolución del dinero al prestamista. Si se necesita dinero de manera urgente, ciertamente, es una excelente opción, pero es necesario saber que el capital a recibir no excede a ninguna de las opciones anteriores.

Dinero en efectivo en pocos pasos

Muchas son las personas que desean tener su propio negocio o que quieren invertir un capital para que el mismo se multiplique. Conseguir dinero en efectivo de forma rápida es un trámite que puede ser logrado de manera sencilla si se cumple con los lineamientos requeridos.

Según lo planteado anteriormente, las alternativas en materia de préstamo son variadas, es cuestión que se evalúe el panorama y se tome la mejor decisión. ¡Hay que animarse a adquirir un préstamo si de mejorar las finanzas se trata! Adquirir efectivo tiene muchas facetas y los préstamos están disponibles en todo momento.