Cancela tus deudas: ¡te contamos cómo!

Sin lugar a dudas, uno de los fenómenos que con mayor frecuencia incrementan las deudas es el nivel de gasto y consumo de bienes y servicios que tenemos. Esto se asocia y se sustenta en un ritmo de vida cada vez más acelerado y en constante cambio.

Los compromisos u obligaciones financieras, sumados al pago de renta, servicios públicos, alimentación y transporte entre muchos otros gastos se encuentran siempre presentes y a la orden del día.

Aunados a ello, factores económicos como la inflación, incrementos sustanciales en el costo de vida, precios de combustibles al alza y una mayor carga tributaria en comercios, empresas y personas, favorecen esta dinámica alcista.

Por otra parte, y basándose en esta realidad, es indiscutible que el número de personas que incrementan los consumos con métodos de pago como créditos de libre destino, tarjetas de crédito o préstamos inmediatos en efectivo, es cada vez mayor.

Independiente, queremos destacar que el uso de estos mecanismos no es malo. Por el contrario, dinamizan la economía a pesar de las circunstancias difíciles.

Lo que sí se considera como algo negativo, es el uso indebido y excesivo que se lleva a cabo de estos sistemas de pago, que al no emplearse correctamente se traducen no en un alivio, sino en un sobreendeudamiento, limitando así la capacidad de contraer nuevos compromisos.

Tomando en cuenta estas circunstancias, el objetivo de este artículo es, poner a tu disposición una información muy valiosa que sabemos que te será de muchísima utilidad.

Lo que queremos compartirte tiene que ver con un método gracias al cual podrás aliviar la carga de tus obligaciones financieras y que cada vez más te resultan complicadas de saldar.

Este método de alivio se trata de la compra de cartera o como también se le conoce en diversos países, compra de deuda, por parte de otras entidades financieras.

Pero… ¿con qué propósito se compran deudas?

Sencillo: la finalidad de comprar una deuda por parte de una institución a otra radica en la necesidad de recuperar ese capital que fue otorgado a manera de préstamo a una persona titular de la obligación.

Y… ¿qué ventajas ofrece esto a la persona que posee la deuda con la institución financiera?; simple: la ventaja que ofrece este mecanismo es que se unifican las deudas con una sola entidad a tasas de interés mucho más bajas.

Como consecuencia de ello, tendrás la posibilidad de replantear tus deudas o hacerlas más fáciles de pagar en los periodos de tiempo de tu elección y que más te convengan.

Por otra parte, no solo notarás una reducción en tus pagos mensuales de deuda sino que también podrás nuevamente ir generando buenos reportes en tu historial de crédito lo que a futuro te facilitará el otorgamiento de capital.

Otra de las ventajas suele ser que las cuotas tendrán un monto fijo, por lo cual no tendrás que preocuparte de cobros excesivos e inesperados por parte de la entidad poseedora de tu deuda.

Pero… ¿qué sucede si poseo varias deudas o compromisos financieros?

Fácil: no importa si se trata de uno o varios compromisos, las entidades que realizan este tipo de transacciones estarán dispuestas a adquirirlas, consolidándose en un solo compromiso para ti.

Esto se traduce en que no sólo experimentarás un alivio en tu carga financiera sino que también ahorrarás tiempo en gestiones que podrás realizar por internet o para las cuales deberás entenderte con una única institución acreedora.

Una vez que tengas claridad sobre todo lo anteriormente mencionado, debes comprender que este proceso se traduce en la adquisición de un nuevo crédito (también conocido como obligación financiera) con la nueva entidad.

Sumado a los intereses que por lo general resultan más favorables, las condiciones del crédito así como los nuevos beneficios que te puedan otorgar, elevarán el alivio de tus finanzas.

Podrás disponer de un mayor flujo de caja (efectivo) para tus gastos, tus gustos o para ahorrar capital que te permitirá salir de todas tus deudas con mayor rapidez, generando un historial de crédito positivo.

Recuerda que mantener un historial de crédito impecable se traduce en mayores posibilidades de cumplir otras metas y sueños que tengas proyectadas a futuro.

La compra y/o venta de cartera o deuda, también implica una revisión exhaustiva por parte de las entidades financieras a tu historial de crédito debido a que así determinarán que tan riesgoso es comprar o no tu deuda.

Esto último te lo decimos con el ánimo de que por ninguna circunstancia deberás cesar los pagos de tus obligaciones en curso, porque esto podría resultar en algo sumamente contraproducente al objetivo de aliviar tus finanzas y darte tranquilidad financiera.

También consideramos pertinente que sepas que las entidades tienen un tope para la compra de deudas dependiendo de lo contenido en tu historial de crédito y de qué tan riesgoso resultes como deudor basándose en tu comportamiento de pago.

Sintetizando un poco lo anterior, la compra de cartera o deuda es un mecanismo que se hace en función de la solicitud que le hagas a la entidad con la que deseas continuar el pago de tus obligaciones financieras para lo cual deberás informarte adecuadamente.

Una buena alternativa es informarse a través de los sitios webs de estas instituciones financieras, así como también en portales web especializados; que a la vista de las cifras de tus deudas y perfil crediticio te orientaran sobre a qué entidades es preferible acudir.

Por último, debes evitar a toda costa el sobreendeudamiento mientras estés en el proceso de cancelación de tus obligaciones pendientes, así como evitar adquirir nuevos portafolios de productos financieros y/o seguros.