Cómo motivarte para mejorar tu vida financiera

Encargarte de tu dinero puede resultar una tarea aburrida y confusa. Es por eso que muchas personas optan por, simplemente, no pensar demasiado en ello. Pero lo cierto es que, al hacer esto, estas personas están simplemente retrasando una realidad. Cuando atrasas tu enfrentamiento con una realidad lo único que consigues es hacer que se acumulen un montón de cosas que luego te harán más difícil lidiar con ello.

No hay duda de que el manejo de tus finanzas es algo que no puedes ignorar. El dinero lo usamos todos los días, para todo y es gran parte de lo que construye nuestra vida y nuestro futuro. Por eso es absolutamente fundamental que lo tomemos como algo serio e importante.

Sin embargo, sabemos lo complicado que puede llegar a ser convencernos a nosotros mismos de hacer algo que no queremos hacer. Por eso, vamos a compartir contigo algunos consejos sobre cómo motivarte para mejorar tu vida financiera.

Establece metas

Establecer metas es el consejo más repetido cuando se trata de motivación para llevar a cabo algún plan. Los seres humanos nos sentimos satisfechos y completos cuando conseguimos algún logro. Esto es parte fundamental de lo que somos, por eso funcionan tan bien los sistemas de recompensas, ya que la persona siente que hizo tan bien su trabajo que merece ser recompensado.

Es por esto que, cuando tenemos que lograr algo, establecernos varias metas concretas a corto, mediano y largo plazo puede ser una ayuda increíble para nuestra motivación. Uno de los elementos más desalentadores al comenzar un proyecto, sea iniciar tu empresa o simplemente comenzar a organizar tus finanzas, es la sensación de no saber por dónde comenzar. Este elemento se puede combatir con la planificación y el establecimiento de metas específicas. De esa manera, sabes exactamente qué pasas debes seguir en qué cantidad de tiempo para lograr un objetivo específico, y este objetivo, a su vez, es parte de los pasos que debes seguir para lograr el objetivo final.

Al poner tus metas en número y fechas tendrás todo mucho más claro, por lo que parecerá que el camino está más definido.

Utiliza tu creatividad

Antes se solía pensar que el trabajo y las cosas importantes no podían encajar con la diversión. Pero, a medida que el mundo se ha ido moviendo y ha ido avanzando, hemos aprendido que esto no siempre es así. De hecho, si es posible añadir la diversión a las cosas importantes, es muy probable que estas se terminen con mayor rapidez y efectividad. Por tanto, puedes aplicar esto también a tus finanzas.

Si te aburre demasiado sacar un cuaderno y comenzar a anotar números, puedes iniciar con otro tipo de actividades de organización. Podrías hacer mapas mentales, tablas de planificación visuales, puedes utilizar las nuevas tecnologías para construir tu plan financiero desde allí, para consultar precios o para asesorarte. Hay infinitas posibilidades para hacer de las finanzas personales un proceso mucho más divertido. Olvídate de creer que estás perdiendo el tiempo al hacer una presentación digital con fotografías, colores y descripciones de tu vida financiera. Si es esto lo que te satisface y te motiva, es una excelente idea para comenzar a organizarte.

Recuerda que, después de todo, la vida es para ser feliz así que mientras puedas hacerlo, disfruta del camino, aún cuando no estés haciendo algo que en sí mismo lograras disfrutar con anterioridad.

Cuida tus pensamientos

Esto podría parecerte poco concreto, pero la verdad es que funciona bastante bien. La mayoría de nosotros presta poca atención a la forma en que se aproxima a sus finanzas, desde el interior. Es decir, muchos de nosotros solemos tener pensamientos derrotistas o tóxicos que, eventualmente, influyen en nuestra actitud y en nuestras acciones. Por eso, en muchas ocasiones pensar negativamente hace que tengamos una economía personal negativa.

Es recomendable que comiences a trabajar en mejorar tu forma de ver el dinero, no limites tus posibilidades ni te llenes de negatividad pensando que nunca podrás salir de esa gran deuda que tienes, por ejemplo. Concéntrate en planificar, buscar opciones y actuar positivamente. Piensa que las complicaciones económicas afectan a todos en algún momento de sus vidas, sin importar el nivel económico que tengan.

Cuidar tus pensamientos es cuidar de ti mismo, y esa es la única forma de garantizar que tu salud mental se traducirá en salud financiera.

No te castigues

Todos cometemos errores. Cuando se trata de dinero, frecuentemente nos equivocamos. Quizá compramos algo a un precio demasiado elevado que no valía la pena, hicimos una mala inversión o gastamos de más dejándonos llevar por un impulso.

Lo cierto es que hay miles errores financieros que podrás cometer a lo largo de tu vida, por más que estudies, aprendas y por más cuidadoso que seas. Esto no debería quitarte el sueño ni reducir tus esperanzas de mejorar tu situación económica. Hasta los más expertos cometen errores, en muchos casos bastante graves incluso. Ninguno de nosotros está a salvo de equivocarse, así que no te castigues por ello. Lo importante es que aprendas la lección en tu equivocación y trabajes en mejorar ese aspecto de ti.

Si te castigas constantemente por hacer las cosas mal con tu dinero, solamente contribuyes a afianzar esa imagen negativa de ti mismo, y probablemente no tengas el ánimo ni la confianza suficientes para tomar buenas decisiones.

Aprende a disfrutar del momento

No hay duda alguna de que uno de los mejores consejos financieros es pensar en tu futuro. Sin embargo, debemos encontrar límites para todo. No es conveniente que vivas únicamente pensando en tu futuro y olvides el presente, o que te obsesiones por conseguir más y no aprecies lo que ya tienes. Disfruta de tu vida actual, valora lo que has conseguido hasta el momento y planifica.

Recuerda que siempre habrá algo más que tú no tendrás, siempre habrá otra persona que tenga más dinero, más bienes o un mejor trabajo que tú, así que relájate y disfruta de lo tuyo, sin perder el norte de tus metas.