Tácticas de ahorro para personas que no son buenas ahorrando

Es de consenso general que una de las claves para mantener y alcanzar el éxito en tus finanzas es el ahorro. No es ninguna sorpresa que la economía mundial cambie drásticamente, por lo que debes estar preparado para los imprevistos. Conocer el panorama del sistema financiero se convierte en un paso importante para comprender cómo funciona todo este espectro. Por esta razón, desde niños es importante aprender la función del dinero y cómo el ahorro siempre debe ser una constante.

Con la ayuda de las alcancías aprendemos que una moneda todos los días se convertirá en mucho dinero después de algún tiempo. En principio eran motivados por la compra de una bicicleta, juguetes o dulces. En otras palabras, es un ejercicio que enseña a que pequeños esfuerzos pueden traer grandes recompensas al final.

No obstante, muchos expertos reconocen que estas enseñanzas se olvidan por completo al llegar a la adolescencia. Como vivimos en la sociedad de las gratificaciones inmediatas, durante la adolescencia se borra la mentalidad de que valores como la paciencia, dinero, esfuerzo para invertir en una tarea van dar un resultado satisfactorio. Por el contrario, nos sentimos decepcionados al pensar que solo va a dar resultados después de mucho tiempo.

Si gastar todo tu dinero ahora es tu deporte favorito, siempre tendrás problemas por que el dinero no te alcanza. Si te identificas con esta descripción y crees que no tienes salvación, no debes preocuparte porque aún estas a tiempo de seguir las siguientes tácticas que cambiarán tu forma de pensar para siempre:

Ahorrar sin reconocer que estás ahorrando

Este ejercicio consiste en hacerle creer a tu mente que al ahorrar estás realizando alguna actividad diaria como vestirse o comer. En este caso, es desarrollar el hábito de guardar las monedas como lo hacíamos cuando éramos niños. En una alcancía o contenedor recolectar todas esas monedas que sobran luego de hacer pagos o compras que quedaron en el bolsillo o en el pantalón.

Lo ideal es que al recolectar las monedas no te fijes en la cantidad, trata de pensar que las monedas son molestas para cargar en tus bolsillos y debes ubicarlas en algún lugar. Lo recomendable es realizarlo al final del día en un horario específico. Verás que con el tiempo no será una actividad frustrante, sino que siempre empezarás a visualizar que puedes hacer con ellas al final del periodo que has decidido ahorrar. Recuerda que el objetivo no es hacerte rico, sino desarrollar la actividad del ahorro como un hábito.

Piensa dos veces cada vez que compras algo

Analiza las ventajas y desventajas de comprar un cierto producto, si puede haber algo mejor para tu dinero, si es su valor real, etc. Lo más probable es que cambies de opinión en menos de un día, por eso no hace daño esperar. Para hacerlo mucho más fácil, puedes comparar los precios de las diferentes tiendas y sitios que ofrecen este producto. Actualmente, estas tiendas cuentan con sitios web que te permite comparar precios y calidad de productos y te ahorras el desplazamiento hasta el lugar. Asimismo, en caso de que veas algo que te atrae mucho, busca primero la opción de comprar en menor tamaño o cantidad. Por ejemplo, si se trata de productos de belleza o de alimentos, existen opciones en el mercado de solicitar muestras, lo que le permite experimentar la calidad antes de comprar.

Usar tarjeta de débito y no crédito

No hay otra estrategia que puede permitirte ahorrar más que no utilizar las tarjetas de crédito por un tiempo. Tener un crédito es dinero que no tienes en el momento y que pagarás eventualmente a veces el doble. Puede ser un ejercicio difícil, pero podría ser el primer paso para cambiar la mentalidad de que ahorrar es una pérdida de tiempo.

Las tasas de interés de las tarjetas de crédito normalmente son muy elevadas para parecer alguna clase de ayuda a largo plazo. En la actualidad existe la posibilidad también de adquirir créditos en línea por internet con menos papeleo y con cuotas a corto plazo, de esa forma evitando pagar mayores tarifas.

Aprovechar la tecnología al máximo

Si no sabes o no tienes tiempo para calcular ingresos frente a gastos, activos frente a pasivos, o simplemente estar al día con tus cuentas, puedes recurrir a la tecnología para hacer una gestión inteligente de tus ingresos. En la actualidad existen apps o aplicaciones para móviles y otros dispositivos que te permiten crear un presupuesto y te ayudan administrar tus recursos por ti con solo hacer clic.

  • Algunas de las características de estas apps son:
  • Creación de presupuestos adaptados a tu estilo de gastar.
  • Envío de informes de gastos cada cierto periodo.
  • Recordatorios para pagar recibos o facturas.
  • Notificaciones cuando te has excedido del presupuesto acordado.

Olvida lo material, invierte en ti mismo

Para hacer que tu dinero se comporte de la manera que deseas, lo primero debe decidir quién eres y qué presupuesto reflejaría esa identidad. No se trata de hacer una lista de las cosas materiales que quieres tener sino de tus sueños y logros y lo que se necesita para lograrlo.

Puede ser difícil decir simplemente voy a ahorrar a ciegas o no voy a gastar tanto cuando no tiene un objetivo más grande que lo impulse. No importa si se trata de darles una mejor vida a tus hijos o estudiar en el extranjero, ambas son inversiones en cuestiones inmateriales que darán frutos en el futuro.