La hipoteca: ¿cuáles son los tipos que existen?

En la vida es necesario tomar decisiones trascendentales para cumplir con ciertas metas, salir de apuros o solucionar problemas.

Una de ellas tiene que ver con la solicitud de préstamos inmediatos y préstamos sin aval, pero fundamentalmente con los préstamos hipotecarios. Este último tipo de préstamo consiste en el derecho real de garantía que se forma con la finalidad de asegurar principalmente el pago de un crédito.

Ahora bien, como la hipoteca constituye una decisión de gran significado para muchas personas, a continuación desarrollaremos cuáles son los tipos de hipoteca que existen.

De ese modo, al momento de planificación de la misma podrá optar por el tipo de préstamo hipotecario más acertado en lugar de uno equivocado como sucede mucho con los préstamos inmediatos y préstamos sin aval.

Es importante acotar que la clase más idónea de hipoteca dependerá del caso en concreto que presente la persona y que se distingue totalmente de los préstamos sin aval puesto que los préstamos hipotecarios sí exigen garantía (inmueble).

Clasificación de la hipoteca:

Según el tipo de interés

  • Interés fijo: conocida porque el tipo de interés es el mismo, o sea, no cambia. En consecuencia, el pago de las cuotas del préstamo siempre será igual, tal cual como sucede con los préstamos inmediatos y préstamos sin aval. No obstante, la duración del crédito no se extiende demasiado en comparación con la hipoteca a tipo variable puesto que el tiempo de ésta gira alrededor de los 20 años.
  • Interés variable: a diferencia de la hipoteca a tipo fijo, las cuotas de ésta son distintas con base al tipo referencial hipotecario. Con respecto a la extensión de tiempo del préstamo, ésta se ubica entre los 30 y 40 años.
  • Interés mixto: es la clase de hipoteca donde se mezcla la hipoteca a tipo fijo y a tipo variable. En ella, existe un porcentaje de interés variable que es fijado por un referencial, mientras que el interés fijo vendría siendo el determinado y pactado con la entidad bancaria.

Según el tipo de cuota

  • Cuotas fijas: también denominada cuotas constantes. Se compone de dos partes: una conformada por intereses y la otra por el capital solicitado por el prestatario. Hasta ahora, no existe ninguna diferencia entre los préstamos hipotecarios con los préstamos sin aval y préstamos inmediatos. Sin embargo, al comienzo de los préstamos hipotecarios los intereses son muy elevados mientras que el pago del capital es menor. Lo particular de esta clase de hipoteca es que el orden de esta situación se invierte mientras van pasando los años.
  • Cuotas blindadas: sin importar lo que suceda con el tipo de interés, el pago mensual de cada cuota siempre será el mismo. Lo único que variará es la cantidad de plazos tomando en cuenta el aumento o disminución del tipo de interés.
  • Cuotas finales: en esta hipoteca debe pagarse en la última cuota una porción del capital solicitado.
  • Cuotas crecientes: aquí la cuota aumenta un porcentaje determinado cada 365 días. Además, el tipo de interés suele variar.

También existen las llamadas “hipotecas solo intereses”. Son conocidas por el pago de las cuotas puesto que cada mes solamente se pagan los intereses, es decir, no se reembolsa el capital. Cuando culmina el lapso de cuotas, entonces el propietario del bien se verá en la tarea de pagar el valor total del capital que pidió o, en su defecto, vender el bien para así poder pagar la deuda; situación que no ocurre en los préstamos sin aval porque obviamente no piden garantía.