Los compromisos financieros, las deudas y responsabilidades nunca dejan de estar a la orden del día lo que se traduce en desembolsos constantes de capital del cual muchas veces no disponemos cuando se requiere.

Desde la colegiatura de los niños, pasando por gastos básicos como la alimentación, el alquiler de vivienda, vestimenta y calzado, servicios públicos hasta el transporte, podrás observar entre muchos otros rubros como tus ingresos van disminuyendo.

Por factores como los anteriormente mencionados, la concepción que se tiene del dinero suele estar un poco distorsionada de la finalidad que en realidad debería tener.

Si eres de aquellas personas que se identifica con lo anterior, te invitamos a que permanezcas sentado y continúes leyendo este artículo porque sabemos que mucha de la información que te presentaremos a continuación te resultará más que útil.

El verdadero propósito de este artículo es brindarte todos los elementos básicos para que tú, en la comodidad del hogar, aprendas a gestionar de manera eficiente tus recursos y como resultado de esto, llevar una vida financiera mucho más tranquila.

Muy contrario a lo que puedas estar imaginando, queremos contarte que no necesitas ser un experto en finanzas o un corredor de bolsa de Wall Street para poder manejar tu dinero y lograr una vida financiera más sana.

Se trata de que comprendas, de forma didáctica, los conceptos básicos de administración de los recursos con base a tus ingresos fijos y enfocados al manejo del capital en tu economía de hogar, finanzas personales y ahorro del dinero de manera eficiente.

Todo es cuestión de forjar una mentalidad financiera mucho más objetiva y procurar educarse, asesorarse y llevar a cabo las cuentas con un método óptimo y apropiado que se ajuste a tus necesidades.

7 tips o reglas de oro que te permitirán ser exitoso o exitosa en el manejo de las finanzas personales y el ahorro de dinero:

Nunca debes gastar más allá de lo que ganas

Este es el tip número uno por una sencilla razón. Generalmente esto es algo que omitimos en la cotidianidad y que no requiere tener conocimientos avanzados en economía o finanzas.

Es solo cuestión de simple lógica y sentido común (a veces el menos común de los sentidos) ya que si gastas más de lo que ingresa a tus arcas, el gasto siempre será desproporcionado con relación al nivel de ingresos, lo cual te dejará en una situación de déficit constante.

Lo delicado de esta situación es que estarás siempre “al debe” por lo cual no podrás destinar recursos para el pago de deudas que alivien tus obligaciones contraídas; esta situación también dificultará el ahorro de capital que te puede servir como respaldo.

Edúcate financieramente

Como te mencionamos anteriormente en la introducción, este es un aspecto de suma importancia para manejar adecuadamente las finanzas personales y también se torna en una herramienta indispensable para utilizar en muchas otras ocasiones.

Estar “ad portas” de adquirir vivienda, vehículo o endeudarse mediante algún tipo de crédito bancario, créditos por Internet, leasings, préstamos de libre inversión o tarjetas de crédito, son algunas de las situaciones donde ser educado a nivel financiero marcará una gran diferencia. Así aprenderás cómo y cuándo apoyarte en estos productos sin caer en un bucle de endeudamiento.

Realizar un seguimiento periódico y constante de tu vida crediticia

Este es otro aspecto importante al que debes prestarle gran atención pues se trata nada más y nada menos que de tu record histórico de créditos y niveles de endeudamiento con entidades financieras y comercios de todo tipo.

Con base en lo contenido en tu historial de crédito, serás merecedor o no de préstamos bancarios dependiendo del nivel de riesgo que representes para estas instituciones prestadoras de capital.

Un historial crediticio impecable será tu mejor aliado al momento de adquirir vivienda, vehículo o complementar el pago de la educación universitaria de tus hijos. Puedes realizar un seguimiento periódico a través de Internet o directamente con tu asesor bancario. Generalmente tienen acceso a esta información solo con ingresar tu documento de identidad en la plataforma de las centrales de riesgo.

Elabora tu presupuesto

Elaborar un presupuesto ajustado a tu nivel de ingresos, gastos y necesidades suele ser la alternativa más elemental para monitorear no solo la cuantía de ingresos fijos y ocasionales que tengas, sino también hacerle seguimiento a tus gastos.

Lo anterior tiene como finalidad saber en qué rubros se van tus fondos y en qué medida o porcentaje gastas tu dinero mes a mes.

Llevar a cabo un presupuesto es una tarea que requerirá de toda tu disposición y eso incluye destinar algo de tu tiempo cada semana para actualizarlo.

Para este propósito puedes hacer uso de herramientas digitales o tecnológicas que usualmente están a tu alcance como Apps para móvil, o si prefieres… puedes llevar tu propio control en Excel o similares. Lo importante es mantener tus registros al dia.

Digitaliza tus finanzas

Para este fin, puedes hacer uso de hojas de cálculo en Excel usando tu computadora o emplear aplicaciones webs, o móviles, disponibles en tiendas de aplicaciones logrando así tener acceso desde una gran variedad de dispositivos.

Mes a mes también podrás pagar tus cuentas a través de internet lo que te ahorrará costos de transporte o gasolina, tiempo e intereses o gastos de cobro por parte de tus acreedores.

Paga tus deudas

Debes centrarte en cancelar todas tus deudas lo antes posible. Para ello puedes elaborar un listado que incluya todos tus compromisos financieros, revisar tu presupuesto y determinar qué porcentaje de tus ingresos son destinados al pago de deudas.

Debes procurar que no se acumulen ya que los intereses, gastos por mora y de cobros pueden llegar a complicar dramáticamente los pagos.

Recuerda que llevar al día el pago de tus obligaciones derivan en una sana vida crediticia que servirá como respaldo para la solicitud de nuevos préstamos, si llegaras a necesitarlos.

Construye tu salvavidas financiero

Se trata de un ahorro del cual no deberías hacer uso a no ser que exista una eventualidad o emergencia que así lo amerite. Lo más recomendable es que apartes una cantidad mensual que ronde el 10% de tus ingresos. En lo posible, a futuro, es recomendable invertir una parte de este 10% para incrementar tus activos y adquirir tus nuevos bienes con los rendimientos de estos y no con tu ingreso principal como un gasto.